Cervecería Centroamericana desde su fundación, por los hermanos Mariano y Rafael Castillo, había sido un referente de empresa familiar de éxito a través de sus 136 años de existencia dentro de los cuales se había vivido dos guerras mundiales, un conflicto armado que duró 36 años y un terremoto devastador que cobró la vida de 23,000 guatemaltecos y más de un millón de damnificados. Desde marzo del 2020, el efecto pandemia acrecentó aún más el desempleo y los problemas sociales y económicos en todo el país. Estas vicisitudes hacían que la empresa debiera lograr mantener un crecimiento en base a la calidad de sus productos, la innovación en los procesos, equipo y la capacitación de su personal. Lo anterior se evidenció aún más pues, en los últimos años se vio afectada por la férrea competencia directa y su consecuencia de guerra de precios con la marca de cerveza Brahva, y también por los productos sustitutos de bebidas de alcohólicas de Licores de Guatemala S. A. como Venado y Quezalteca de sabores (mango, mora, tamarindo, rosa de jamaica, horchata, naranja pepita, limonada chapina y cremitas).